Como es tradición en el mundial de rally, el mes de febrero es sinónimo de nieve y la nieve es sinónimo de Suecia. A poco de dar comienzo la segunda ronda de la temporada 2024, los equipos alistan sus máquinas para una cita única y extraordinaria por sus características climáticas: la nieve es el principal factor por dominar y las temperaturas bajo cero genera un ambiente extremo con temperaturas de -20°C por la proximidad al Círculo Polar Ártico.
En estas condiciones, los equipos deben trabajar y alistar los vehículos para poder sobrevivir a semejante aventura. A simple vista, los autos de la clase mundial parecen similares a uno con configuración de tierra, por el recorrido de las suspensiones y discos de freno, pero hay algunas características ocultas y otras más evidentes a la vista que repasaremos a continuación.
La primera más identificable son las ruedas. Los vehículos irán calzados con neumáticos especiales, los Sottozero JB1, más angostos de lo habitual y con 384 clavos cada uno. Estos clavos están dispuestos de manera asimétrica, con un máximo se 20 clavos por dm2 en la banda de rodado, diseñados exclusivamente para la nieve y el hielo. Han sido fabricados en tungsteno con un largo total de 20 mm y solo 7 sobresaliendo del caucho, fijados mediante un proceso de vulcanizado. Cada Rally1 dispondrá de 28 neumáticos, mientras que los Rally2 un total de 26.
Por otro lado, hay accesorios poco comunes en un auto de rally pero que son de uso cotidiano en un auto de rally raid como son las palas. Los equipos incluyen en el listado de repuestos y herramientas este objeto ya que es muy frecuente que una máquina pueda quedar encajada en un banco de nieve a los costados del camino y, al mejor estilo Dakar, es una ayuda eficaz al momento de liberar del atasco a esta fiera enfurecida que busca su rumbo hacia el final de la etapa, peleando contra el reloj. Es un desafío para los ingenieros buscar la mejor ubicación en dentro del auto para lograr la más eficiente distribución de peso.
En el frente de los vehículos híbridos se incorpora una protección en la toma de aire del radiador a fin de evitar la acumulación de nieve que pueda causar un recalentamiento por falta de refrigeración.
Otros elementos que no son visibles para el fanático son el aislante en el techo para la condensación debido a la diferencia entre las bajas temperaturas que rodean al auto y los grados más templados dentro del mismo. Para ese efecto se añade un radiator de calefacción para el interior. Además, los cristales laterales y central llevan una resistencia térmica y se equipa al habitáculo con un calefactor para los pies y manos del piloto.
También se usa
un blanking para cubrir el radiador, para que pueda alcanzar la temperatura
idónea y una protección interior para no dañar la carrocería cuando se mete la
rueda de auxilio.
Finalmente, se
agregan bolsas para las chaquetas de piloto y copiloto a fin de mantener una
temperatura acorde.
Todo esto es
parte del trabajo que las mejores estructuras del WRC realizan en silencio y es
necesario para que los Rally1 puedan rendir al máximo. Mucho trabajo durante largas horas en los talleres, cada vez más complejos, se perfeccionan
para crear estas máquinas que fueron diseñadas para despertar las emociones más
intensas del público en cada rincón del planeta.