El Campeonato Mundial de Rally (WRC) visitó Sudamérica para disputar la fecha 11 del certamen, el Rally de Chile. La carrera fue ganada por el estonio Ott Tänak a bordo de su Ford Puma Rally1. El podio se completó con Thierry Neuville (Hyundai i20 Rally1) y Elfyn Evans (Toyota Yaris GR Rally1). En la última especial del rally Toyota se consagró campeón del mundo por tercera vez consecutiva, alcanzando su 7mo título de constructores en la especialidad.
El Rally de Chile comenzó de forma accidentada ya que tanto Esapekka Lappi (Hyundai i20 Rally1) como Pier-Louis Loubet (Ford Puma Rally1) protagonizaron dos espectaculares y aparatosos accidentes que dejaron a ambos tempranamente fuera de competencia, tras dañar la jaula antivuelco de sus máquinas y, por reglamentación de seguridad, esto impidió la reparación.
Desde el arranque, Ott Tänak se perfiló
como candidato a pelear por la victoria ya que se mostró sólido y se impuso en
la especial inaugural. Podemos decir que la batalla intensa se vivió el día
viernes con cambios en la punta de la general, alternándose con Elfyn Evans y
Teemu Suninen. Ambos lograron registrar scratches durante la primera jornda,
mostrando que los tres equipos llegaban en gran forma, culminando el día con el
estonio líder, mientras que el hombre de Hyundai se mantenía al acecho, a tan
solo 4.2 segundos y el británico a 12.7 segundos. Kalle Rovanpera, que llegaba
con posibilidades matemáticas de alcanzar su segunda corona, vio todas las
chances esfumadas debido a tener que abrir el camino, no tener líneas marcadas
que poder seguir y algún semitrompo que provocaron ceder casi 40 segundos tras
6 especiales disputadas.
El sábado sentenció la carrera en favor de Tänak ya que tanto Hyundai como Toyota realizaron una mala elección de neumáticos, siendo M-Sport los únicos que acertaron y le dieron una ventaja fundamental a su piloto, que logró meterle 47.8 segundos de diferencia a su inmediato perseguidor, Teemu Suninen. El finlandés se quejó además de la decisión de enviarlo al bucle matutino con solo un neumático de recambio, por lo que debió ser más conservador de lo habitual. Solo Kalle pudo romper con la hegemonía del excampeón del mundo, en la especial de Chivilingo en las dos pasadas.
La última jornada parecía tener todo decidido y la definición de los campeonatos que tendrían que esperar a la fecha siguiente para coronar a un nuevo vencedor. Sin embargo, el WRC nunca perdona y nada está dicho hasta que se cruza la línea de meta del Power Stage. Suninen, que venía realizando una actuación sólida y contundente, pisó en demasía el interno de una curva rápida a la derecha, impactando con un tocón. El i20, inmanejable, terminó en una zanja en la siguiente curva y el merecido podio quedó en la nada. Todo esto generó que el equipo japonés necesitara sumar solo 4 puntos adicionales en el Power Stage para consagrarse campeón. Sus pilotos olieron sangre y salieron a por todas, logrando un imbatible 1-2 liderado por Rovanperä, con Evans en segundo lugar. De esta forma, hubo celebración por partida doble en el podio con Tänak regresando a la victoria tras haberse impuesto por última vez en la segunda fecha en Suecia, y el Toyota Gazoo Racing que alcanzó su 7mo título mundial, ubicándose a uno de Citroën y a 3 de Lancia.
La próxima fecha será el Rally de Europa Central, en Alemania del 26 al 29 de Octubre.